domingo, 13 de septiembre de 2009

UNIDAD CINCO

LA LECTURA II
Por: Carlos Alberto Rincón C .

“Le eres, sobre todo, un ejercicio de conjetura. E s una
capacidad para ir formulando continuas hipótesis sobre
un sentido posible . L a lectura es una construcción
progresiva: una semiosis ”.
Fernando Vásquez Rodríguez

“La lectura de un texto literario, científico, filosófico o de
cualquier otro género es, sin duda, una experiencia de
iniciación o una prueba de paso: después del viaje por
la selva de los símbolos, en todo lector se opera una
transformación ”.
Fabio Jurado Valencia


L A L E C T U R A: A C T O R E S, O PE R A C IO N E S Y F A C T O R E S

Leer es imaginar, reflexionar y comprender, interpretar y recrear; leer es establecer
relaciones, es comparar, es producir significado. Leer no es asentir, no es simple traducción
de fonemas ni mera decodificación de signos gráficos a una velocidad vertiginosa.
Leer es 1 aceptar la interlocución con un texto. La lectura es una pasión, una aventura, un riesgo.

La lectura es un proceso dinámico y flexible, en el cual el pensamiento y el lenguaje están
involucrados en una transacción permanente, cuando el lector intenta construir significado a 2
partir de un texto escrito.

Sin producción de significado no hay lectura.
En este sentido, la lectura es considerada un acto productivo, porque leer es generar significad o.
El lector convierte en ideas, en pensamientos, en proposiciones, los signos gráficos que se encuentra en
el texto escrito. La lectura, por lo tanto, es un proceso muy activo: todo texto, para ser
interpretado, exige una participación dinámica del lector; toda lectura necesariamente es
interpretación y lo que un lector es capaz de comprender y d e aprender por medio de la
lectura depende en gran medida de lo que ese lector conoce y cree antes de leer el texto.

Leer es una actividad mental compleja que involucra diversos actores, operaciones y factores ,
todos ellos relacionados entre sí. Estos tres elementos son determinantes en el momento de


Es indudable que no siempre leemos de la misma manera ni con el mismo propósito. Pero no podemos olvidar que la 1
mayoría de nuestras consideraciones sobre la lectura, apunta a la llamada lectura de estudio, la lectura q ue debemo s
realizar en el ámbito académico.
2 Este concepto de transacció n fue expuesto por Louise Ro senblatt (1978), fundamentad a en Dewey y Bentley. Esto s
autores rechazaban el término interacción por considerarlo asociado a una visión mecanicista del mundo, en la que
impera el dualismo sujeto - objeto. En su reemplazo, hablaron de transacción, p ara referirse a una relación integral, no
fracturada, en la cual todas las partes se condicionan y se afectan unas a otras. De tal forma que en el proceso de la
lectura, las características del lector son tan importantes como las características del texto.




definir estrategias que tengan como finalidad desarrollar una mayor competencia lectora. A
continuación, presentaremos algunos aspectos relacionad os con cada uno de estos elem entos.

1. L os actores:

E n el proceso lector identificam os tres actores: el autor, el tex to y e l le ctor.

E l autor: es quien prod uce, por m edio d el lenguaje, un texto portador de significad o y con una
determ inada intención com unicativa. T iene ex istencia, al igual que el lector, com o sujeto social
y com o sujeto tex tual. Para nosotros, esta segunda d im ensión es la que tiene m ayor
pertinencia en el proceso lector.

E l tex to: es la unid ad fund am ental d e la com unicación verbal h um ana. Com o la noción de texto
tiene variadas acepciones, es conveniente precisar aún m ás a qué nos vam os a referir cuand o 3
hab lem os d e tex to: una secuencia coh erente d e signos lingüísticos, producida por un escritor
en una situación concreta, con una intencionalid ad com unicativa específica, y que el
destinatario deb e actualizar. 4

E l texto es, pues, un enunciado o un conjunto d e enunciad os organizado de m anera coherente,
dotado d e significación y prod ucid o con una intención específica en una d eterm inad a situación
com unicativa.

Los textos escritos tienen una estructura sintáctica, una estructura sem ántica y unos
recursos coh esivos, que les proporcionan su unidad. E n estos térm inos, el tex to pued e ser una
oración, un conjunto de oraciones o una secuencia de párrafos que cum ple una función de
interacción y com unicación.

Y el lector: es quien construye significad o a partir d el texto en ausencia d el autor. E s un
actor crucial en el proceso puesto que es exclusivam ente él quien reconstruye el sentid o. Para
nosotros, los esquem as y la lab or d e este actor tienen una enorm e im portancia; tanta com o su 5
actitud y su disposición frente al texto. C om o sujeto cargad o libid inalm ente, el lector
estab lece una relación afectiva con el texto. U na ped agogía de la m otivación para la lectura
incurriría en un error im perdonab le si olvid ara este detalle.



3 Por ejemplo, para Halliday texto es “todo lo qu e se escribe o se dice en una situació n específica” . Para Barthes, el
texto es un tejido en el cual se hacen presentes varias redes: una red semántica, una red gramatical y una red fonológica.
Además, la noción de texto puede hacer referencia a texto oral, escrito, iconoverbal u objetual. Por tanto, un texto debe
ser objeto de un análisis interdisciplinario: lingüístico, pragmático, sociolingüístico, ló gico, psicológico, etc.
4 Para Umberto Eco, el texto debe ser actualizado porque es un mecanismo incompleto.
Los esquemas tienen que ver con el conocimiento previo del mundo que el lector posee. En otras palabras, podemo s 5
decir que los esquemas son p aquetes de conocimiento estructurado, más o menos estables, qu e orientan la comprensión
y la búsqueda de nueva información por parte del lector. Los esquemas son tamb ién procesos activos mediante lo s
cuales el sistema cognitivo de un ser h umano interactúa co n el medio y construye una representación del mismo.




E stos actores guardan una estrecha relación con las funciones del lenguaje y con la
com unicación. S obre esta relación volverem os m ás ad elante.

Pod em os inferir, entonces, que algunos factores d e la com prensión lectora se d erivan d el
autor, otros d el tex to y otros del lector. S in em bargo, las investigaciones realizad as en las
dos últim as d écadas sob re la com prensión e interpretación d e los tex tos escritos, dan cuenta
de dos orientaciones principales: las que se sitúan desde la perspectiva del lector y sus
esquem as d e conocim iento previo y las que se sitúan d esd e la perspectiva d el texto y su
organización estructural.

U na vez h a sido generad o, el tex to escrito pasa a tener una ex istencia independiente a la de su
autor com o sujeto social. Pero no puede tener una existencia ind epend iente d e sus lectores.
Pues com o objeto verb al, el texto sólo existe en la relación d ialógica que estab lece con un
lector. N o se concibe com o una estructura autosuficiente que se b asta a sí m ism a y que 6
englob a en su seno todo el sentid o, com o lo creyeron J akobson y L évi-S trauss, sino un
escenario que exige la cooperación interpretativa d el lector para la construcción del
significad o. U m berto E co (19 80 ) nos h ab la del principio d e cooperación del lector: “Leer no es
un acto neutral, pues entre lector y texto se estab lece una serie d e relaciones com plejas y de
estrategias singulares que m uchas veces m od ifican sensib lem ente la naturaleza m ism a del
escrito original” (Lector in fab ula: el papel del lector) . E l texto requiere que su lector realice
ciertos m ovim ientos cooperativos, y cualquier tex to postula esta cooperación del lector com o
cond ición d e posib ilidad de su lectura.

A sí pues, el significad o no resid e com o algo ya hecho y definitivo en el texto, y por supuesto
que tam poco en el lector, sino que suced e o se genera d urante la relación d ialógica entre texto
y lector.

S i tod o texto es un tejid o, com o lo afirm a B arth es (19 84: 81), es el lector, con sus lecturas y
relecturas, quien se encarga d e re-crear ese tejid o. S i todo texto es una polifonía o, m ejor
aún, una sinfonía, entonces sus diversas voces sólo existen porque son atentam ente
escuch ad as por el oído de un solícito lector.

D e m odo que la pregunta, tantas veces repetid a, ¿ qué quiso decir el autor ? im plicaría, por lo
m enos, aceptar cuatro prem isas. La prim era: el autor m antiene un dom inio ab soluto sob re el
tex to, tanto en el proceso d e su construcción com o en el de su com prensión e interpretación.

La segund a: el texto no tiene una ex istencia ind ependiente a la de su autor, y, por
consiguiente, cad a vez que se vaya a leer un texto será preciso convocar a su autor. D e h ech o,
esto genera cierto servilism o en el lector.


Esta concepción integradora de texto y lector se aparta de la concepción dualista, expuesta por diferentes autores, en la 6
que texto y lector se consideran dos entidad es separadas.




La tercera: únicam ente ex iste un sentido correcto (válid o) d e com prensión e interpretación,
que necesariam ente es aquél que coincide con lo que el autor quiso d ecir (ni siquiera con lo que
en efecto dijo). D e lo anterior, es apenas lógico concluir que sin el visto bueno del autor no
hay form a d e verificar el acierto.

Y la cuarta: el texto ex iste com o un producto term inado. D esd e luego, las claves de su
producción y d e su com prensión están en m anos d e su cread or.

Por eso, sin pretender d esconocer la im portancia d el autor, ni la incidencia que tienen en el
tex to su conocim iento y m anejo de los códigos, sus esquem as cognoscitivos, su encicloped ia
cultural y las circunstancias en las que produjo el tex to, nosotros tam b ién consid eram os
conveniente que las estrategias para el m ejoram iento d e la com petencia lectora se concentren
m ás en el tex to y en el lector.

2. L as o pe racione s:

La lectura com prende una serie de operaciones parciales que no d eben confund irse con la
totalidad d el proceso. Para E rnesto G arcía A lzola (19 75: 10 3), la lectura es un proceso que
com prende las siguientes operaciones:

1. Percepción e interpretación d e los sím bolos gráficos .
Lógicam ente sólo pod em os interpretar los sím bolos gráficos d e las lenguas cuya escritura
conocem os.

2. R econocim iento d e las palabras y de los signos auxiliares .
C uando leem os, reconocem os que esos sím bolos gráficos son palab ras portad oras d e
significad o. En los textos, las palabras aparecen acom pañad as de unos signos auxiliares,
com o los signos d e puntuación, por ejem plo.

La com prensión d e un tex to no se lim ita, de ninguna m anera, al sim ple reconocim iento del
significad o de cada una d e las palab ras que lo conform an, pues el sentido que el lector
construye a partir d el texto no equivale a la sum atoria de los significados d e tod as sus
palab ras. A dem ás, d ebem os record ar que en los tex tos unas palab ras están relacionad as
con otras, están contextualizad as y, por tanto, sus significados pueden ser literales,
contex tuales o, incluso, figurad os.

3. C om prensión d e significad os.
A esta tercera operación tam b ién pod ríam os llam arla producción de significad os. E stos
significad os, que están en relación d irecta con la naturaleza d e los tex tos, nos perm iten
estab lecer la siguiente tipología:







a. S ignificado literal:
E s el que se refiere d e m anera d irecta y obvia al contenido del tex to. E s el m ism o
significad o denotativo que ya presentam os en la U nidad 2: La S ignificación.

b. S ignificado com plem entario:
Incluye todos los conocim ientos que enriquecen o aclaran el sentido literal o figurad o del
tex to. E ste tipo de significado es una construcción propia d el lector y corresponde
b ásicam ente a lo que hem os denom inado sus esquem as.

c. S ignificado im plícito:
C om o la palabra lo ind ica, es aquél que no está ex presad o ab iertam ente, d eb em os
inferirlo o d educirlo a partir d e una cuidad osa labor d e cooperación , de la id entificación de
ciertas claves, pistas o sugerencias ofrecidas por el texto. E s un significad o que subyace
tras la superficie. G enerarlo nos exige saber leer entre líneas . C om o es un significad o que
está oculto, apenas insinuad o, pued e provocar am b igüed ad es y m últiples connotaciones.

D e esta m anera, podem os concluir que la com prensión de tex tos de carácter científico está
relacionad a directam ente con el significado literal y con el com plem entario. M ientras que la
com prensión e interpretación d e tex tos literarios, filosóficos, políticos, etc. —textos no
científicos— d epende en gran m edid a del significad o im plícito.

Las d os prim eras operaciones, percepción e interpretación d e los sím b olos gráficos y
reconocim iento d e las palabras y d e los signos aux iliares , correspond en en el proceso lector a
la de scod ificación. É sta pued e entenderse, entonces, com o la capacidad de descifrar el cód igo
del texto y reconocer su significado.

La tercera operación, com prensión o prod ucción d e significad os, corresponde a una segunda
fase del proceso lector: fase d e com prensión e interpreta ción del texto.

A sí pues, leer es una activid ad com pleja que involucra d iversas operaciones m entales,
asociad as la m ayoría con procesos intelectuales superiores —cuand o leem os, ponem os en
funcionam iento variad as operaciones d el intelecto: reconocer, clasificar, asociar, analizar, 7
sintetizar, com parar, inferir, etc.—.

E stas operaciones identificadas por G arcía A lzola, tienen una relación m uy estrech a con los
ciclos de lectura a los que alude Kenneth G oodm an: óptico, perceptual, sintáctico y sem ántico.





7 “La ciencia neurop sicolingüística confirma que leer, que la aparente y simple lectura, pone en funcionamiento y
requiere de la presencia efectiva de un número superior a once habilidad es intelectuales diferentes, once habilidades
intelectuales diferentes ” Miguel de Zubiría (199 5: 21).




3. L os fa ctore s:

E n el proceso lector participan unos factores d e naturaleza variada: físicos, fisiológicos,
psicológicos, socioeconóm icos, culturales y cognoscitivos.

a. F actores físicos y fisiológicos:
La ed ad cronológica y los aspectos sensoriales (visuales y aud itivos).

b. F actores psicológicos:
E l equilibrio em ocional, la autoestim a, la confianza en sí m ism o, etc.

c. F actores socioeconóm icos y culturales:
E l estrato social, el grupo fam iliar, la com unid ad , la escolaridad, los círculos culturales, etc.
E stos factores constituyen una constante que, en relación con la lectura de los textos —y
obviam ente tam b ién con su escritura—, afecta los intereses, la m otivación, el acceso y la
fam iliarización con los tex tos m ism os. Los factores socioeconóm icos y culturales son
conocidos tam b ién com o factores ex ógenos d el proceso lector. E stam os convencid os d e que
estos factores tienen un alto grad o d e responsabilidad en las deficiencias d e lectura y de
escritura que en la actualid ad presentan los estud iantes.

d. F actores cognoscitivos:
La inteligencia general, las h ab ilidades m entales específicas, la atención selectiva y la 8
m em oria.


C arlos A lb erto R in cón C astellanos













Las implicaciones de la “atención selectiva” en el proceso lector son de una enorme importancia. Para ampliar este 8
concepto, ver el artículo de María Eugenia Dubois, “Procesos de lectura y escritura, formación del docente, desarrollo de
lectores y escritores”, En: Memorias segundo encuentro de Egresados y Estudiantes de Educación: Español y
Literatura, Universidad de Antioquia, Medellín, 199 6, p .p. 33 - 47.

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