martes, 3 de noviembre de 2009

UNIDAD NUEVE

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UNIDAD 8: LENGUA ORAL / LENGUA ESCRITA
Por: Carlos Alberto Rincón C.
“La oralidad no es un ideal, y nunca lo ha sido.
Enfocarla de manera positiva no significa enaltecerla
como un estado permanente para toda cultura.
El conocimiento de la escritura abre posibilidades
para la palabra y la existencia humana que resultarían
inimaginables sin la escritura. [...]
Asimismo, la oralidad nunca puede eliminarse por completo:
al leer un texto se le “oraliza”. Tanto la oralidad como el
surgimiento de la escritura a partir de la oralidad son necesarias
para la evolución de la conciencia “.
Walter Ong
La relación entre lengua oral y lengua escrita ha sido abordada desde la antigüedad. Platón
(¿427?- 347 a. de C.), en el Fedro y en su Carta VII, expresa severas objeciones sobre la
lengua escrita1, pues la consideraba una manera inhumana y mecánica de procesar el
conocimiento, insensible a las dudas y destructora de la memoria. Lo paradójico de este
argumento de Platón es que el filósofo manifestaba por escrito sus reservas sobre la
escritura.2 Incluso, algunos estudios lingüísticos aún comparten la visión de Aristóteles, quien
también consideraba la lengua escrita como un “código de segundo orden” o, para expresarlo
en términos más comunes, como una “transcripción gráfica de la lengua oral”.
Por fortuna, diversas investigaciones han logrado establecer las características propias tanto
de la lengua oral como de la lengua escrita, sus ventajas y desventajas en la práctica
comunicativa. Hoy en día, sabemos que unas necesidades comunicativas sólo pueden ser
satisfechas culturalmente por la lengua escrita, mientras que otras sólo pueden serlo por la
lengua oral. Esto es muy importante porque pone de relieve que la capacidad de comprender y
producir discursos escritos es diferente, y relativamente independiente, de la de comprender
y producir discursos orales. Asimismo, no es posible tratar de construir una lógica de la
escritura sin investigar a fondo la oralidad de la cual surgió.
Pues bien, vamos a desarrollar entonces las características que les son propias a la lengua oral
y a la lengua escrita.
1 Para nuestra mayor comodidad, vamos a utilizar indistintamente los términos lengua escrita y escritura.
2 En realidad, la epistemología entera de Platón fue, sin advertirlo, un rechazo programado del antiguo mundo vital oral;
el pensamiento filosófico por el que luchaba dependía por completo de la escritura.
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LA LENGUA ORAL
1. Es la primera manifestación del lenguaje verbal humano.
2. La adquieren y la desarrollan todos los hablantes por el sólo hecho de convivir con una
determinada comunidad lingüística.
3. Se manifiesta por medio de sonidos articulados producidos por el aparato fonador.
4. Utiliza como canal o vía de transmisión el aire.
5. El mensaje se codifica, por lo tanto, haciendo uso de las cualidades físicas del sonido:
timbre, tono, intensidad y cantidad.
6. Es de mayor uso, práctica y frecuencia que la lengua escrita.
7. Es fugaz y, por consiguiente, posee poca duración en el tiempo.
8. Tiene un número limitado de receptores.
9. Permite una modificación inmediata del mensaje y está sujeta a interrupciones.
10. Debido generalmente a la presencia del interlocutor, permite una interacción continua y
un proceso permanente de feed back (señal retorno o realimentación): un simple gesto del
interlocutor, por ejemplo, le puede indicar al hablante que debe replantear lo que está
diciendo.
11. El mensaje se refuerza con recursos adicionales como pausas, cambios de ritmo, de
entonación, de tono. La información se complementa con gestos, ademanes,
movimientos (códigos extralingüísticos).
12. Con frecuencia, su planeación y organización son simultáneas con su producción.
13. No demanda una esmerada organización gramatical.
14. Es menos refinada, más espontánea y más descuidada que la lengua escrita; esto conlleva
a que los errores cometidos durante su emisión posean poca censura social.
15. Siempre tiene lugar en un contexto situacional, es decir, está enmarcada por un
conjunto de circunstancias de carácter social, psicológico, cultural, espacial, etc. Este
contexto situacional determina el acto lingüístico, y es por ello que gran parte de la
significación en la lengua oral se encuentra por fuera del texto. En muchas ocasiones,
cuando hablamos, no necesitamos ser demasiado explícitos, ya que parte de la
significación de lo que decimos está en el contexto situacional. La lengua oral nos
permite desarrollar destrezas comunicativas y cognitivas vinculadas a situaciones de
intercambio oral contextualizado, es decir, la comunicación se asocia a un contexto
espacio-temporal concreto, a un interlocutor presente y, con mucha frecuencia, a una
actividad cotidiana.
16. Es más dinámica e innovadora que la lengua escrita, debido a que facilita el uso de
palabras nuevas (neologismos) y de expresiones coloquiales.
17. Cuando hablamos, no tenemos la manera de operar una reflexión metódica sobre lo que
decimos. La psicodinámica de pensamiento propia de la lengua oral no nos permite
autoanalizar nuestro propio pensamiento.
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LA LENGUA ESCRITA3
“La escritura significa la puerta de entrada
a un paradigma nuevo del conocimiento, a una
forma distinta de relacionarnos con la realidad.
Significa aprender a pensar de otro modo”.
Daniel Cassany
1. Aunque aceptamos que no es la primera manifestación del lenguaje verbal humano sino un
“sistema secundario de modelado”, queremos advertir con toda claridad que la lengua
escrita NO ES UN SIMPLE SUCEDÁNEO de la lengua oral.
2. Se adquiere a partir de una instrucción especial. Para aprender a escribir, es necesario
someterse a un largo proceso de formación, de entrenamiento y de práctica. Ese largo
proceso exige dedicación y constancia. En contraste con la lengua oral, la lengua escrita
es completamente artificial, no hay manera de escribir “naturalmente”.4 Esto se debe a
que la lengua escrita está regida por unas reglas que han sido ideadas conscientemente y
que son, por tanto, definibles.
3. Se manifiesta por medio de signos gráficos: grafemas y signos de puntuación.
4. Normalmente utiliza el papel como canal o medio.
5. Por consiguiente, el mensaje se codifica mediante esos signos gráficos, esos grafemas y
signos de puntuación que se trazan en el papel.
6. Es de menor uso, práctica y frecuencia que la lengua oral.
7. Es duradera o estable porque se conserva a través del tiempo y del espacio. Ha
permitido fijar la comunicación.
8. Puede tener un número ilimitado de receptores.
9. Si el mensaje ya ha sido emitido, no permite una corrección inmediata.
10. La relación entre el emisor (o enunciador) y el receptor (o enunciatario) es indirecta y
mediata.
11. Los elementos de los que se dispone para construir el mensaje son de carácter
estrictamente lingüístico (grafemas) o paralingüístico (signos de puntuación, espacios,
sangrías, negrilla, subrayado, etc.). La información que se trasmite no se puede
complementar con el recurso de códigos extralingüísticos.
12. Exige una planeación previa y una organización cuidadosa. Su ejecución siempre debe ser
posterior a unas etapas previas de planeación. La planeación debe considerar no
únicamente lo que se va a decir, sino también cómo, para qué y a quién se le va a decir. Lo
anterior nos recuerda que la lengua escrita es un proceso semiótico complejo que requiere
3 Insistimos en que para nuestra comodidad, con la expresión lengua escrita hacemos alusión tanto al sistema semiótico
visual y espacial como al proceso que permite producir diversos tipos de textos lingüísticos.
4 “Afirmar que la escritura es artificial no significa condenarla sino elogiarla. Como otras creaciones artificiales y, en
efecto, más que cualquier otra, tiene un valor inestimable y de hecho esencial para la realización de aptitudes humanas
más plenas, interiores” (ONG, 1987: 85).
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de unas fases o subprocesos cíclicos, de unos momentos creativos que no siguen una
secuencia lineal. Esas fases pueden denominarse: invención, redacción de borradores,
evaluación, revisión y edición.
13. Demanda una esmerada organización gramatical. Está mejor estructurada que la
lengua oral. He aquí la explicación de por qué nadie puede pretender escribir de la misma
forma como habla.
14. Por ser más refinada y más estructurada que la lengua oral, los errores que se
cometen en la elaboración de textos escritos tienen una censura social mucho mayor.
15. Carece de un contexto situacional, es preciso crearlo lingüísticamente. La escritura
establece lo que se ha llamado un lenguaje “libre de contextos” o un discurso
“autónomo”.5 El escritor sabe que por estar aislado de su lector en el tiempo y en el
espacio, debe ser lo suficientemente explícito, pues la significación de lo que desea
comunicar radicará enteramente en el texto, el cual deberá concentrar, mediante el
código lingüístico, todas las pistas que permitan al lector interpretar debidamente la
finalidad comunicativa del escritor.
16. Es más conservadora y menos dinámica que la lengua oral. El hecho de ser más
estable y selectiva en el empleo de palabras y expresiones, hace que la lengua
escrita se caracterice por su discreción para aceptar neologismos y formas
coloquiales.
17. Para terminar, vamos a referirnos a una característica de la lengua escrita que
consideramos de trascendental importancia: sólo la lengua escrita nos permite
autoanalizar nuestro propio pensamiento y, por tanto, sólo ella nos conduce a la
conquista de nuestro propio YO.
La escritura ha transformado la conciencia humana, la ha vigorizado. En palabras de
Walter Ong: “Para vivir y comprender totalmente, no necesitamos sólo la proximidad, sino
también la distancia. Y esto es lo que la escritura aporta a la conciencia como nada más
puede hacerlo”.
Cuando pretendamos saber qué tanto hemos comprendido un texto, el mejor reto será
escribir sobre él, porque la escritura nos orienta, nos interroga una y otra vez, discute y
dialoga con nosotros mismos, nos exige retornar al texto. Esta posibilidad que nos brinda
la escritura de problematizar el acto mismo de escribir, está estrechamente relacionada
con la liberación del hombre: función primordial de la educación en general.
5 La autonomía del discurso escrito radica, precisamente, en que hace explícitas, mediante un proceso de expansión, las
circunstancias del contexto situacional. Además, en su estructura se plasman las condiciones sociales de los
participantes y se tiene en cuenta el nivel de conocimiento de los lectores potenciales.
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COMENTARIO FINAL
“En una sociedad alfabetizada hay dos formas de lenguaje
—oral y escrita— que son paralelas entre sí. Ambas son
totalmente capaces de lograr la comunicación.
Kenneth Goodman
Decir que la escritura es una tecnología no significa de ninguna manera que ella sea un proceso
meramente técnico, aislado de las relaciones sociales, de condiciones de tipo individual, de tipo
textual e, incluso, de tipo pedagógico. La escritura es una técnica que ejerce diferentes
funciones en la vida cotidiana, es un instrumento de trabajo que nos permite desarrollar
actividades tanto intrapersonales como interpersonales.
“La escritura va más allá de las circunstancias del mundo cotidiano, vivido con certeza
inmediata, y da cuenta de la acción mediante enunciados problematizables y racionalmente
discutibles, con pretensiones de universalidad“ (Jurado Valencia y Bustamante Zamudio, 1996:
8). Es decir, la escritura auténtica 6 rompe con la inmediatez del mundo vital, la trasciende
para interpretarla mediante significados indirectamente relacionados con la base material.
Cómo negar, además, que este tipo de escritura tiene efectos sobre la conciencia del sujeto y
que está íntimamente ligada a su deseo.
Debido a su estabilidad y permanencia, la escritura potencia la acción comunicativa al permitir
afianzar y acumular las indagaciones realizadas.
Es cierto, las tecnologías son artificiales; pero en el caso de la escritura estamos ante una
tecnología que, paradójicamente, se ha vuelto natural (y esencial) para el ser humano. Porque la
escritura ha sido interiorizada por el hombre aún más profundamente que la ejecución de la
música instrumental. Esta tecnología ha enriquecido el psiquismo del ser humano, ha
desarrollado su espíritu y ha intensificado su vida interior. Cualquier tecnología de esta
naturaleza, que no degrada la vida sino que, por el contrario, la enriquece, siempre será
bienvenida.
Carlos Alberto Rincón Castellanos
6 Escritura auténtica porque es obvio que cualquier acto de escritura no implica siempre, por sí solo, un proceso
semiótico.
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BIBLIOGRAFÍA
CASSANY, Daniel. Describir el escribir. Barcelona: Paidós, 1993.
_____________. Funciones, representaciones y prácticas de lo escrito. Actas de las IIIas.
Jornadas sobre la Enseñanza de la Lengua Española. Granada: 1997.
DÍAZ, Alvaro. Aproximación al texto escrito. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia,
1995.
FRÍAS NAVARRO, Matilde. Procesos creativos para la construcción de textos. Santafé de
Bogotá: Magisterio, 1996.
NIÑO ROJAS, Víctor Miguel. Los procesos de la comunicación y del lenguaje.
Santafé de Bogotá: Ecoe, 1998.
ONG, Walter. Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra. México: Fondo de Cultura
Económica, 1987.
PARRA, Marina. Cómo se produce el texto escrito. Santafé de Bogotá: Magisterio, 1996.
PÉREZ GRAJALES, Héctor. Comunicación escrita. Santafé de Bogotá: Magisterio, 1995.

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