viernes, 21 de agosto de 2009

ACENTUACIÓN

Campaña por las tildes
Un vasco que vive en México se inventó la idea. Pablo Zulaica, corrector y redactor publicitario, se cansó de leer carteles y avisos en la calle sin los acentos y salió a ponerles tildes gigantes. La intervención urbana ganó adeptos en Internet mediante el blog 'Acentos perdidos', que recopila las fotos de los carteles y letreros corregidos.
La iniciativa lúdica pretende, con buen humor y sin agresividad, servir de reclamo para el fomento de una mejor ortografía. Una mirada a las calles de cualquier capital latinoamericana refuerza la necesidad de recuperar el uso de las tildes en el espacio público. La publicidad y los anuncios son la mejor fuente para estos "cazadores", a quienes les queda fácil mostrar un caso nuevo por día en el blog de Zulaica. Gracias a ello, en cuestión de semanas, la fiebre por tildar pasó de México a Argentina y Perú.
Ni escribir todas las palabras en mayúsculas ha detenido a los "cruzados" por la ortografía. Por las dudas, los promotores de la campaña reproducen los mandatos de la Real Academia de la Lengua: "Las mayúsculas llevan tilde si les corresponde según las reglas dadas". Además, los acentos corregidos en cada "intervención urbana" no se limitan a las vallas o avisos: las tildes se ponen en camiones, fachadas, dispensadores de refrescos, pancartas, afiches y señales del mobiliario de las ciudades. En otras palabras, el olvido de los acentos es una epidemia ortográfica generalizada.
Hasta de "guerrilleros urbanos" han "tildado" a estos activistas de la buena ortografía y del buen uso del lenguaje. La invasión de los computadores, los teléfonos celulares y la penetración masiva de Internet se han convertido en la mejor excusa para ignorar flagrantemente las tildes. Escribir bien es como un músculo: si no se entrena y se ejercita, se atrofia. ¿Quién se pone a acentuar un mensaje de texto de un celular?
Entusiasma que se realice tan simpática campaña enderezada a proteger nuestro mayor patrimonio cultural, que es la lengua, pero entusiasma aún más porque corre a cargo de una generación asaltada por aparatos informáticos de diseño anglosajón que omiten algunas grafías de nuestro idioma. Aunque ya llegó esta cruzada a Colombia, esperamos que las "tildetones" (jornadas para enderezar tildes y entuertos) tomen mucha más fuerza. Aquí, además, convendría ampliar sus metas y traducir al español miles de letreros comerciales cursis e innecesarios escritos en inglés, que ofenden la memoria de Cervantes tanto como la falta de tildes.
editorial@eltiempo.com.co
Diario El Tiempo, viernes 21 de agosto de 2009.

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